Otra existencia
Vivo en un pequeño planeta con cielos naranjas y jardines de girasolel alma del planeta es metaloide transparente como el pájaro ambulante de la noche eterna en un paraíso de sonidos extravagantes
perros mutantes ladridos rimbombantes estridencia de una vida sin decencia bailando al ritmo de los alcoholizados y la vida se me cae en pedacitos como un perro sarnoso
la vida se me va se me escapa como el arena de las manos cada vez que respiro como un árbol que será carbonizado en mi pecho crecen las estrellas y su energía irradia luz en mi rostro entonces me torno azul
porque yo pertenezco a otro mundo al que estuvo antes y antes fui un niño cantarín persiguiendo un grillo a lo infinito al más allá donde las voces de los gatos y animales cantores se escuchan
entonando el último canto que mi vida fluorescente escuché entonces cuando la melodía termina
yo me vuelvo pedacitos y soy rejuntado la mañana de un martes por un niño que camina a clases y cada pedacito es una palabra y al final me vuelvo un poema que es una llama que ilumina el mundo
la vida se me acaba en último baile en la tumba de las luciérnagas que son de este mundo y del mundo de los soñadores búscame dentro de este poema antes de que los ojos de él me lleven al mundo de los perdidos en vida
antes de que se me agote mi último suspiro de vida vi los demonios y se fueron en un instante volviéndose una obscuridad aterradora
el silencio me lleva por el recuerdo mi mente que no es más que la figura de la vida convertida en pensamiento
imágenes al azar la vida es un puente mágico rilmolke
que debe ser cruzado para llegar al mundo eterno
donde brillan los colores del arcoíris en la víspera del invierno que se lleva todos mis recuerdos
recuérdame en una nube cantando sobre un cielo rojo antes del fin de mi infinita vida